Mi relación con Biffy Clyro empezó más bien tarde, con el single Saturday Superhouse de Puzzle, un disco que marcó el punto de no retorno respecto a su trilogía inicial, formada por Blackened Sky, The vertigo of bliss e Infinity Land.
La situación personal de Simon Neil pasaba por momentos difíciles debido al fallecimiento de su madre, con quien mantenía una relación cercana, y la banda se centró más en la oscuridad y la sobreproducción lujosa, dejando de lado, aunque no del todo, el toque experimental que tanto les gusta.
Después llegaría Only Revolutions, su disco más vendido hasta la fecha y probablemente el más comercial. Puede que debido a ello, el combo haya decidido embarcarse en la aventura del disco doble.
Opposites tiene truco. La discográfica ha obligado al trío a publicar, a la vez que su disco doble, una edición «sencilla» con catorce temas. Escuchando esa edición, y sin tratarse ni mucho menos de un trabajo conceptual, algo se pierde por el camino. Los temas elegidos para el disco sencillo se dejan fuera alguno de los mayores aciertos de la banda, como Accident without emergency, el mejor tema de la banda para este año 2013.
La mayor virtud de la banda reside en su virtuosismo a la hora de retorcer los compases, los tiempos y los ritmos de sus composiciones, y aquí hay para regalar: las gaitas de Stingin’ Belle, los sintetizadores de Different People o los toques ambientales temáticos de cada disco, junto a las trompetas de Spanish Radio y los equilibrios locos de Trumpet or trap, no desentonan de esa sección rítmica tan especial, formada por los gemelos Johnston, mente colmena del ritmo y el verdadero arma de destrucción masiva de Biffy Clyro.
Mi recomendación es que degustes el disco doble, que lo escuches con calma, con paciencia, un par de veces. Sus ochenta minutos de stoner de stadio (chiste) son frescos y resistentes al tiempo. Notable alto, alto.