El pasado día 20 se publicaba No Gods, el debut de Sharks, una banda británica de pop con espíritu punk que pujará por ser la revelación del año.
No Gods es un trabajo fascinante, que recuerda lo que podría haber logrado The Gaslight Anthem de no tomarse tan en serio. Aquí hay pop puro, sin adornos que no puedan proporcionar cuatro veinteañeros amantes del punk británico clásico. Si bien su debut no recuerda tanto a The Clash -por ejemplo- como sí lo hacía su recopilatorio de singles The Joys of Living 2008-2010, el esperado hype queda justificado en la cara A del disco, donde se presentan con una autopista de hits que abarca desde el inicial ‘Til The Wonders Rise hasta Matthew’s Baby. Insisto, en esa primera oleada todo son temazos, todo es de un gusto exquisito y lo único que sorprende un poco puede ser la suavidad con la que entran esas canciones durante su primera escucha.
La cara B no supone un bajón, aunque debemos reconocer que los temas pasan de lo memorable a lo correcto, pero siempre manteniendo el buen gusto, algo muy de agradecer. Donde realmente se muestran valientes estos chicos es a la hora de elegir el repertorio, al no reutilizar ninguno de sus antiguos singles, algo que podría sorprender a los fans que esperaban un The Joys of Living o un Sweet Harness grabado en América, donde han tenido que irse para poder hacer el disco que ellos querían. De ahí que recuerden tanto a los recientes teloneros de Foo Fighters, aunque su alegría nos evoca al debut de The Ordinary Boys, algo que, curiosamente, era mucho más británico.
Prueba Arcane Effigies o Able Moving Hearts y ya no te los quitarás de encima en todo el mes. Prometido.
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